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  • brendarv74

Crean en laboratorio órganos de serpiente que producen veneno real

Actualizado: 2 mar 2020

Las mordeduras de serpientes matan a más de 100.000 personas y dejan discapacitados alrededor de 400.000 individuos cada año. Sin embargo, se conoce muy poco sobre cómo funciona el veneno, lo que dificulta el desarrollo de tratamientos.

Esto podría cambiar gracias a un avance llevado a cabo por investigadores del Instituto Hubrecht (KNAW), en los Países Bajos. Los científicos han cultivado unos órganos en miniatura a partir de células madre de serpiente que funcionan igual que las glándulas de veneno de estos ofidios. Incluso producen veneno real. El hallazgo podría facilitar la búsqueda de antídotos contra los efectos devastadores de estas toxinas y revelar sus secretos.

Muchos medicamentos han sido inspirados por el veneno de serpiente (analgésicos y tratamientos contra la hipertensión). Aún hoy, es difícil explotar las posibilidades que ofrecen estas toxinas en el desarrollo de medicamentos eficaces contra sus letales mordeduras. Su principal motivo, dicen los investigadores, es el proceso de extraer el veneno de las serpientes y la dificultad para modificar genéticamente sus comperentes.

Nueve especies diferentes

Los investigadores se inspiraron en el cultivo de organoides. En una colaboración internacional con expertos ubicados en Liverpool y Ámsterdam recogieron muestras de glándulas de veneno de nueve especies diferentes de serpientes.

Desarrollaron la «receta» para mantener los organoides de glándula de veneno de serpiente en cultivo. «Las similitudes entre las condiciones necesarias para el cultivo de organoides humanos y de serpiente son asombrosas, la diferencia principal es la temperatura» señala Jens Puschhof, del Instituto Hubrecht.(ya que la temperatura corporal de las serpientes es menor que la del ser humano) los organoides de serpiente solo crecen a 32ºC en vez de 37ºC.

Los investigadores observaron que las células de estos organoides estaban llenas de estructuras que recordaban a las que se encuentran en las glándulas del veneno de las serpientes. Varios análisis demostraron que estos son capaces de producir la inmensa mayoría de los componentes que son producidas por las serpientes.

Por primera vez, los investigadores han sido capaces de estudiar la producción del veneno en células individuales. "Sabemos a partir de otros sistemas celulares secretores, existen varios tipos de células que producen diferentes tipos de hormonas. Ahora, hemos visto por primera vez que esto también ocurre en el caso de las toxinas producidas por el veneno de serpiente" explica Joep Beumer, coautor del estudio.


Búsqueda de antídotos

Los investigadores descubrieron que modificando los factores añadidos al medio de cultivo, los organoides pueden cambiar el tipo de toxinas generadas. Esto abre la puerta a controlar la composición del veneno producido por los organoides.

Los descubrimientos podrían usarse para la producción de antídotos, así como para el desarrollo específico de nuevos medicamentos. Dichas aplicaciones ya se están desarrollando en la actualidad.

Asimismo, el cultivo de organoides procedentes de reptiles sugiere que tejidos de otros animales vertebrados, también podrían ser cultivados de este modo. Actualmente los investigadores están preparando una larga colección de organoides de glándula de veneno provenientes de 50 reptiles tóxicos.

A juicio de los investigadores, se trata de una «tecnología con muchas aplicaciones posibles que pueden repercutir en la salud humana».



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